La valoración del testimonio de las víctimas de delitos contra la integridad sexual
-Comentario al fallo “C., M.” del TOC Nº 10 de la Capital Federal- 

Por Noelia V. Ríos

“El primer voto –al que el tercero adhiere y complementa- sostiene que efectivamente se encuentra probada la existencia de los hechos denunciados a los que considera calificarlos como de abuso sexual y amenazas, explayándose sobre la significación que tuvieron los tocamientos para la víctima y los dichos del imputado. (…) El voto en disidencia comienza coincidiendo con las consideraciones respecto de la acreditación de las amenazas pero discrepa ampliamente con las consideraciones realizadas respecto de los hechos calificados como abuso sexual, entendiendo que las profusas dudas que rondan a la acreditación de este hecho impiden la conclusión condenatoria del encartado al primar su estado de inocencia. Para llegar a esa conclusión considera que no logra acreditarse fehacientemente la existencia misma del hecho, descreyendo de los dichos de la víctima en cuanto al aparente cambio de conducta del encartado -de la cólera a lo erótico y nuevamente al estado colérico- como así también de las verdaderas intenciones de la realización de la denuncia. En acápite aparte refiere a la valoración realizada a la pericial psicológica realizada a la víctima y su sopeso como prueba a los fines de considerar la credibilidad de la víctima. De la disidencia planteada se extrae la existencia de un conflicto en este tipo de delitos en lo que puede ser considerado como evidencia, la estimación de la existencia de un único testigo y el trabajo de los auxiliares de justicia.” 

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Términos mencionados en esta doctrina: existencia, considera, amenazas.